El roce de tus manos,
Es algo estremecedor;
El pliegue de tus labios,
Debe ser mucho mejor.
Si los sueño, son contigo,
Al amanecer ser bendito;
Aunque al abrir los ojos,
Te pierda en mi último aliento.
Sentir cuánto te quiero, ir, venir, verte sin tocarte;
Salir de una rutina y entrar a otra, por una mujer.
Saber que te quiero, te amo pero, sin decirlo,
No sé qué fue lo que pasó por tu mente.
No sé si tú también puedas sentirlo,
No saber que tengo, pero sé que te pierdo.
El saber que la distancia es tan corta,
Pero el extrañarte es tan largo;
Y si sólo fuera así sería más fácil.
Lo peor es que la abstinencia,
Es tan cruel, amarga y perpetua;
Y si estas fueran cuchillos,
Yo ya estuviera destrozado.
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