Esta noche me llegó una musa; con una voz que echaba de besos, y los mandó por un inbox sin remitente. ¿Sería yo el destinatario de esos besos? ¿O eran unos besos que llegaron a unos labios equívocos?.
Esta misma mañana, mi mirada miró al infinito de los cielos de los locos, de los poetas que cómo yo, buscamos una musa que nos inspire a hacer nuestras más grandes obras; obras que con una pluma de imaginación pueda escribir en ese mismo cielo: "Soy al fin feliz".
Mi mente, después de pensar en el dichoso: ¿Qué pasará?, llegué a la conclusión de quién es esa musa; la descubrí después de tanto buscar, sin verla. Busqué las más hermosas comisuras de los más dulces labios color carmín. Al fin los encontré, pero la mirada se me volvió baja, al sentir pena y timidez. Mi corazón se contraía pero al mismo tiempo, volvía en sí, al querer hablarle y no poder hacerlo.
¿Existe la timidez dentro de nosotros? Si existe: ¿Por qué no la rompemos? El corazón tiene la fuerza de romper los más fuertes muros que nuestra mente nos antepone a nuestro amor. (Si tuviéramos un corazón colectivo, seríamos capaces de destruir 長城 'La Gran Muralla China').
Hoy de nuevo, volví a visitar esos besos que se apegaron a la mente; besos que eran desconocidos. Hoy, sabré el nombre de la musa que me inspira, ¿Cuál será?. ¿Acaso será el nombre que en pensamientos siempre he tenido? Pero que tuve miedo a decirlo, pues no lo sé.
¿Es ella la musa ideal para este loco poeta? Siento seguridad de decir que es verdad, puesta que mi corazón tirita de emoción al sentirla cerca pero muy cerca de mí.
¿Es ella? Seguro, puesto que eternidades he vivido a su lado, como su ángel guardián sólo que una vez la perdí y una de mis alas fue cortada; ya no pude volar de nuevo así que, corté la otra y me encerré en vida, viviendo en la obscuridad. Donde nada me acariciaba, donde nada ni nadie sabía de mí; pero más tarde comprendí, que ella renació y de un grito pedí a Dios que me devolviera las alas; no me las concedió pero me dio la oportunidad de estar cerca de ella.
Ahora, soy feliz y nunca lo dejaré de ser, puesto que ella es mi felicidad, mi risa y mi voz.
Esta misma mañana, mi mirada miró al infinito de los cielos de los locos, de los poetas que cómo yo, buscamos una musa que nos inspire a hacer nuestras más grandes obras; obras que con una pluma de imaginación pueda escribir en ese mismo cielo: "Soy al fin feliz".
Mi mente, después de pensar en el dichoso: ¿Qué pasará?, llegué a la conclusión de quién es esa musa; la descubrí después de tanto buscar, sin verla. Busqué las más hermosas comisuras de los más dulces labios color carmín. Al fin los encontré, pero la mirada se me volvió baja, al sentir pena y timidez. Mi corazón se contraía pero al mismo tiempo, volvía en sí, al querer hablarle y no poder hacerlo.
¿Existe la timidez dentro de nosotros? Si existe: ¿Por qué no la rompemos? El corazón tiene la fuerza de romper los más fuertes muros que nuestra mente nos antepone a nuestro amor. (Si tuviéramos un corazón colectivo, seríamos capaces de destruir 長城 'La Gran Muralla China').
Hoy de nuevo, volví a visitar esos besos que se apegaron a la mente; besos que eran desconocidos. Hoy, sabré el nombre de la musa que me inspira, ¿Cuál será?. ¿Acaso será el nombre que en pensamientos siempre he tenido? Pero que tuve miedo a decirlo, pues no lo sé.
¿Es ella la musa ideal para este loco poeta? Siento seguridad de decir que es verdad, puesta que mi corazón tirita de emoción al sentirla cerca pero muy cerca de mí.
¿Es ella? Seguro, puesto que eternidades he vivido a su lado, como su ángel guardián sólo que una vez la perdí y una de mis alas fue cortada; ya no pude volar de nuevo así que, corté la otra y me encerré en vida, viviendo en la obscuridad. Donde nada me acariciaba, donde nada ni nadie sabía de mí; pero más tarde comprendí, que ella renació y de un grito pedí a Dios que me devolviera las alas; no me las concedió pero me dio la oportunidad de estar cerca de ella.
Ahora, soy feliz y nunca lo dejaré de ser, puesto que ella es mi felicidad, mi risa y mi voz.
El que quiera entender... que entienda
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