Hola, soy la sombra a la que temes, duermo bajo tu falda y provoco esos cosquilleos sucios en tu cuerpo; hago que tu mente enferma te lleve a los límites del placer.
Hago lo inimaginable para darte el placer que buscas y no encuentras; pero, también soy aquel al que destruiste junto con la gente, carcomieron mi cuerpo y sacaron mis ojos con palabras llenas de desprecio; ahora, soy aquel que siembra la desesperanza en ti y en los tuyos.
Prepárate, puesto que yo no perdono; yo acabo a mis enemigos, por eso me disfrazo de tu amigo.
Voy a acabar contigo y con ellos; voy a ser tu confidente de agonía y te haré caer en lo doble del dolor en el que, tú, me hiciste caer.
Te haré ensordecer con tu llanto, voy a hacerte mil pedazos tal y como tú me despedazaste. Lo siento, ya no seré más aquella persona sentimental.
(Revolucionaré mi ser y destruiré mi corazón, para no sentir nunca jamás.)
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